divendres, 29 d’abril del 2016


¡Qué grato sería envejecer si el curso de los años secara en nosotros la fuente de dolor! 
Pero no es así. En la pendiente por la que descendemos, contamos con un compañero
demasiado fiel: el corazón no nos abandona. Recorre con nosotros el camino inverso 
de una espiral, se acerca desde un punto cada vez más oscuro, que es el fin, 
el fin ineluctable.
       ¿Qué estará haciendo allí, el insaciable?

    
                                                      Odilon Redon, Diarios

dijous, 28 d’abril del 2016

 [...]
¡Y nosotros: espectadores, siempre y en todas partes,
vueltos hacia todo, pero nunca hacia afuera!
Esto nos desborda. Lo ordenamos. Se derrumba.
Lo ordenamos de nuevo y nos derrumbamos nosotros.
¿Quién, pues, nos dio la vuelta de tal modo
que hagamos lo que hagamos siempre tenemos la actitud
del que se marcha? Como quien
sobre la última colina que una vez más le muestra
todo el valle se gira y se detiene, se demora,
así vivimos nosotros, siempre en despedida.



                                           Elegias de Duino 
                                                              R.M.Rilke